Tocar madera

Normalmente, cuando decimos un chiste o por cuestiones de superstición y no queremos que se cumpla decimos “toca madera” para que lo mismo no suceda. Pero nunca nadie se puso a pensar por que la madera es un símbolo de la buena suerte y que es lo que hace que esa superstición “no se cumpla”.

En muchos países además de tocar madera para atraer la buena suerte, también se deben dar un par de golpes; el primero para transmitir lo que se desea y el segundo para expresar el agradecimiento si esto llegara a pasar. También se creía que con los golpes en cualquier trozo de madera se estaría evitando a los malos espíritus para que estos no escucharan lo que se estaba diciendo.

Esta creencia de tocar madera para atraer la buena suerte proviene de culturas en las que se creían en los espíritus y hadas los cuales vivían en los árboles. Es por ello que los golpes “despertarían” a los espíritus y hadas de la suerte las cuales se encuentran dentro de los árboles para que se cumpla lo que se está deseando.

A su vez, se dice que la teoría también tiene su origen cristiano, ya que al tocar madera era como tocar originalmente la cruz de Jesucristo y con ello buscar la protección de Dios.

Este acto de tocar la madera, ademas de realizarlo para tener buena suerte, también se realiza por cuestiones de superstición como se menciono anteriormente. Al decir algo en voz alta y a su vez no querer que ello se cumpla se dice que tocando madera se podría evitar que lo dicho anteriormente NO se cumpla. 

Anécdota en Francia

El año pasado mi tío, mi mamá y yo nos fuimos a recorrer Europa. Nuestro sueño desde siempre fue hacer ese viaje; se nos dio la oportunidad y la aprovechamos.
Recorrimos, además de Francia, otros países como Italia (Roma y Venecia); Inglaterra (Londres) y Escocia (Edimburgo).

Mi familia es fanática de salir a recorrer cualquier lugar que visitemos, (como yo), pero todo tiene su limite.. Unos días de descanso nunca pueden faltar.
Uno de esos días decidimos salir a recorrer París en bicicleta, que ya muchas personas nos lo habían recomendado ya que era muy lindo y pintoresco. Nos había tocado un día re lindo así que aprovechamos y salimos temprano.


El sistema en París con las bicicletas era el siguiente: por toda la ciudad se encuentran unos puestos con muchas bicicletas y un cajero donde pagar su uso. Sin embargo, estaba la posibilidad de tomar una bicicleta y cada media hora, pasar por una estación (la mas cercana que tengas) y renovar su "alquiler" gratuito. De no renovar este alquiler, se empezaría a cobrar un monto aproximado de 2 euros por hora.

Habíamos salido del hotel y fuimos a la estación mas cercana a unas cuadras del mismo, en donde había un grupo de 2 chicos y 1 chica hablando y pasando el tiempo junto a las bicicletas.
Mi mamá llevaba su teléfono en el bolsillo de su pantalón, y en un momento yo logro ver como uno de los chicos de ese grupo se le acerca sin decir nada y se va. Tal es así que al momento siguiente la chica empieza a decirle ya gritarle cosas (claramente en francés que no logramos entender nada) y agarra lo que el chico tenia en la mano y se lo da a mi mama.. Su celular.

Nos miramos entre los tres sin poder creerlo y mi tío y yo nos empezamos a reír porque mi mamá era la que siempre decía que tengamos cuidado con nuestras cosas y que no seamos irresponsables.. y así le fue.

Mi trabajo

Mi mamá tiene un centro de estética ubicado en Martinez. Hace mucho tiempo yo venia diciéndole que quería empezar a trabajar porque ya no quería tener que seguir dependiendo de que ella me diera plata cada vez que necesitaba.
Tenia la presión de tener que decirle en que gastaba la plata o que cada vez que necesitaba para una salida tener que pedirle.

Me sugirió que empezara a trabajar junto a ella en su centro de estética, dado que había un lugar disponible en la recepción en el turno de la tarde; el cual claramente prefería dejármelo a mi antes que tener que entrevistar a una nueva mujer.
Así fue como con el correr de los meses siguió insistiéndome e insistiéndome para que empezara de una vez por todas. 

Con mis horarios en la facultad, el cuatrimestre pasado era mas fácil que pudiera conseguirme un trabajo que no sea el de mi mama, sin embargo nunca me preocupe en buscarlo. Ahora, con los horarios de este cuatrimestre se me hace mas difícil encontrar un trabajo al que pueda adaptarme.
Termine decidiéndome a trabajar con ella unos días a la semana así también podía tener tiempo para hacer los trabajos y tareas para la facultad.

En un principio no me gustaba la idea de trabajar en un lugar donde todos supieran quien era yo porque ademas tenia y tengo la presión de mi mama: "tenes que ser la mejor en esto,  siendo mi hija esforzarte al 1000" etc. 
El tiempo fue pasando y me fui acostumbrando a trabajar acá; me empece a llevar mejor con mis compañeras y de a poco fui aprendiendo las cosas que tenia que hacer. 
Es el dia de hoy que no me arrepiento de poder tener esta oportunidad y poder generar mi propia plata sea trabajando con alguien que no conozco o con mi mama.